10 noviembre 2011

SOMETHING / ANYTHING? (Todd Rundgren, Bearsville, 1972)




¿Puede existir un cantante y compositor colosal, absolutamente idolatrado por una elite de rockeros, pero que en sus cuarenta años de carrera musical nunca haya podido pergeñar ni siquiera un single "one hit wonder"? Por supuesto que sí: se llama Todd Rundgren. No se trata de un rockero underground, ni de un vanguardista del sonido que no transige con la música llamada "comercial". Al contrario, desde joven se presentó en shows televisivos con aureola de "músico genio" del pop-rock, se disfrazó de un Ziggy Stardust más osado que la versión original de Bowie, convivió codo a codo con la sicodelia, el glam y el rock progresivo cuando estuvo de moda; en fin, estuvo en cartelera todo el tiempo que pudo, pero el single que marcó su coto de popularidad apenas rozó el quinto puesto del ranking Billboard. Qué mayor prueba de que el talento, a veces, no consigue el aplauso ni la venia de las masas.


Sin embargo, su prestigio dentro del rock está fuera de discusión. Su banda sesentera Nazz fue incluida por Lenny Kaye, ex guitarrista de Patti Smith Group y reseñista eventual de la Rolling Stone, en la mítica antología Nuggets, primer compendio crítico del garage rock estadounidense. Entre sus fans incondicionales se halla nada menos que el argentino Charly García, quien lo homenajeó con una versión de Influenza en su disco homónimo y ciertamente basta escuchar Sui Generis para darse cuenta de las deudas musicales con este visionario incomprendido. Otro de sus admiradores es el ex beatle Ringo Starr, quien lo convocó en 1999 para participar en una gira junto a su All Star Band, en la que Rundgren cantó tres canciones de su cosecha. En el "lado oscuro" del rock, se encuentra como devoto Mr. Mark David Chapman, alias "el asesino de Lennon", a quien se le halló en su apartamento un disco de Rundgren colocado en un semicírculo junto a otros objetos de culto personal. Pero mejor no ahondemos en detalles escabrosos y vayamos a la música.



Something/Anything? (1972) es sin la menor duda la obra maestra de Rundgren: un álbum doble, que venía con el plus de que tocaba todos los instrumentos en los tres primeros lados de su edición en vinilo, mientras la cuarta cara se iniciaba con tomas de una grabación casera de covers de Money (That's what I want) y Messin' with the kid, para enseguida volver al perfeccionismo sonoro e instrumental pero ya acompañado de una banda conformada por más de veinte músicos, algunos ya trajinados.

La canción de apertura del álbum, I saw the light, es absolutamente beatlesca, con un lejano parentesco a You won´t see me (aunque la de Rundgren suena más a Harrison que a McCartney). Pero la apuesta del músico estadounidense es repasar de un lado a otro el abanico pop del momento: desde soft-rock (como It wouldn’t have made any difference, Cold morning light, Marlene o la grandiosa balada de inspiración jazzy Sweeter memories, para el especial lucimiento de Rundgren como instrumentista) hasta pura energía r&b/soul (Wolfman Jack, Some folks is even whiter than me y Slut). Hay también efectos de sonido (Intro), un instrumental que se anticipa al boom del pop electrónico ochentero (Breathless), flirteos con el art rock (Song of the viking, a quien un crítico ha calificado de “opereta pop en staccato” y cuyas armonías vocales anticipan un estilo que Queen explotaría como una fórmula de éxito comercial), y la que muchos consideran una de las primeras canciones power-pop (Couldn’t I just tell you).


Y por supuesto en este disco está su mayor hit, Hello It’s me, una versión con arreglos orquestales y un poco más acelerada que la original acústica que Rundgren grabara en el primer álbum de Nazz. Absolutamente bella y melancólica, a pesar de que nunca llegó a ubicarse en el número 1 de Billboard.

Something/Anything?, un álbum urdido desde el laboratorio de los estudios discográficos, cuyo título parece interrogarse sobre la trascendencia del pop, reemplazando el “todo o nada” por algo menos optimista que quizá deviene en lo efímero, finalmente halla su valor en esa dualidad, que es la dualidad de la música pop, la que podríamos resumir en la fórmula “la trascendencia de lo efímero”, gran premisa para un gran disco. En estos tiempos no es necesario más.



CATEGORÍA: Clásico.
VEREDICTO: Imprescindible.
CANCIONES CLAVE: I Saw The Light, Hello It's Me, Black Maria, Song of the Viking, Couldn't I just tell you.






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