08 setiembre 2018

EGYPT STATION (PAUL McCARTNEY, CAPITOL, 2018)





El flamante álbum de Paul McCartney, EGYPT STATION (Capitol, 2018), lanzado el viernes 7 de septiembre, es todo lo que esperaba y más. McCartney sigue en la cima de su racha de excelentes discos desde hace por lo menos veinte años.  
Algunos han comparado la portada con la de su masterpiece RAM; puede ser, finalmente ambos son dibujos-collage (o pinturas, como en este caso, una pintura de 1988) de Paul. Debo decir que se asemeja mucho, sobre todo por los colores de fondo y el diseño, a la portada de GONE TROPPO de George Harrison. En ese caso, sería la primera portada harrisoniana de McCartney. 



Previo al lanzamiento del álbum, se publicaron dos singles para promocionarlo. El primero se trataba en verdad de un doble single: I don't know / Come on to me. Qué gran canción es I don't know. Música y letra. Como composición, es una clase maestra. La primera impresión al escucharla puede ser que se trata de una balada como las que suele componer McCartney, buena melodía y buena armonía, una pieza bien hecha y bien ejecutada. Y que tiene como plus no solo el llamativo coro (¿esas voces son femeninas o es Paul desdoblándose?) sino lo que un comentario de YouTube sintetizó con la frase: "that piano bridge will be ICONIC!" Agreguemos su gran sentimentalismo, realmente bella canción. Pero a nivel de composición es aún más interesante. Las líneas de piano en el intermedio o puente instrumental son las mismas, aunque tocadas con más intensidad, que las que se escuchan al inicio de la canción; son parte indisoluble de la composición musical. Para mí cualquier canción que te ofrece mucho más de lo que aparentemente hallas en la primera escucha, ya es algo mayor. Repito, una clase maestra. 
En el caso del otro lado del doble single, Come on to me, es una canción pop rockera con un súper gancho, que trabaja sobre la base de una misma melodía para las estrofas y el coro, que bordea lo repetitivo, como en el caso de su single de 2007 Dance tonight (para mencionar un ejemplo no tan lejano), pero a diferencia de la simplicidad de Dance tonight, acá es mucho más ambicioso, le introduce más variaciones, un falso final con su coda, así como un intermedio instrumental hiperpegadizo, con un final orquestado con apoteosis vocales al estilo RAM (ese final especialmente me rompe la cabeza, un 10 sobre 10). La letra es de esas letras calentonas tipo Back in the U.S.S.R. o Temporary secretary (o como "Touching all the girls with your eyes" de Cafe on the left bank), al parecer está envejeciendo bien, me alegra... Pero, ¿por qué promocionar este doble single con  "lyric videos"? Si McCartney pretendía impresionar con un hit de entrada (o con dos hits de estilos diametralmente diferentes), la estrategia correcta hubiera sido grabar dos señores videoclips con alguno de los mejores directores de actualidad. Ojalá estos "lyric videos" sean solo un anticipo y que estas canciones -y otras del disco- tengan los videos que merecen. 
En relación con I don't know / Come on to me, el segundo single de anticipo fue recibido como un tropezón. Pero tampoco hay que exagerar. Para ser justos, esta canción es la única producida por Ryan Tedder, que al parecer está vinculado con sonidos de impacto para millennials. Las sombras de Rihanna o Kayne West se perciben en el estilo y la producción. Digo sombras y no influencias, porque en verdad son sombras, ensombrecen cualquier buen trabajo. 
Pero la producción del resto de las canciones está a cargo de Greg Kurstin, quien no solo es, como se ha dicho, "el productor de Adele y Taylor Swift", etc.  Fue descubierto por David Byrne (de los Talking Heads) y ha producido a Beck y los Flaming Lips, e incluso el último y excelente álbum de Devo, SOMETHING FOR EVERYBODY. En definitiva Kurstin es un productor con una carrera más interesante y respetable que el productor de Fuh You, y eso queda patente tras la escucha global de EGYPT STATION





Si descontamos Station I y Station II que son una breve música ambiental que funcionan como links y tienen un sentido estructurador, y si descontamos además las tres canciones ya lanzadas como singles, había once canciones que hasta el viernes eran un enigma y que, felizmente, ninguna decepciona, al contrario. 
Siete de ellas conectan de inmediato en el oyente: Happy with you y Confidante son dos piezas acústicas que se escuchan como clásicos instantáneos; la primera algunos les ha recordado el feeling de Early days aunque es más corta y el tema es otro, romántico digamos, y la segunda es de estilo trovador dylaniano, una de mis favoritas, dedicada nada más ni menos que a su guitarra. Who cares (que continúa en la secuencia a Happy with you) se inicia con un sonido de guitarra distorsionado que me recuerda el arranque de It's all too much, uno de los temas de Harrison del álbum YELLOW SUBMARINE, pero eso solo como apertura, porque luego transcurre como un rock sureño al estilo de quizá Steve Miller Band de sus inicios setenteros; es, para decirlo futbolísticamente, un golazo rockero. People want peace, balada pacifista a medio tiempo, cuenta con una sección cerca del final que recuerda inevitablemente a Give peace a chance de Lennon, con palmas y todo, obvio homenaje entrelíneas. Hand in hand y Do it now son dos baladas pianísticas mucho más sosegadas que van directamente al corazón. Y Dominoes es una gema pop que podría ser el equivalente a Friends of mine del CHAOS AND CREATION IN THE BACKYARD, solo en el sentido de su gancho pop, musicalmente es muy diferente, y concluye con ciertos elementos distorsionantes muy creativos. 




De las cuatro restantes, haré otra división en dos subgrupos. Dos las ubicaría entre las suites pop o medleys que McCartney cada cierto tiempo arma en sus discos. Y las otras dos estarían entre las "bizarras", "raras" o "inclasificables", que pueden disgustar como impresionar, depende qué tipo de mccartniano o beatlemaniaco u aficionado a la música, al pop y al rock uno sea. 
Empezaré con las dos canciones suite o medley. Ambas están entre lo mejor del álbum, los puntos más altos en mi opinión, y justo colocadas al final, como debe ser. Con Despite repeated warnings tenía mis dudas antes de escucharla, pues Paul se refería a ella comparándola con Band on the run y Live and let die, y esa es una comparación demasiado ambiciosa, por decir lo menos. Aclaro: no, no es ni Band on the run, ni Live and let die, pero es una de sus últimas grandes canciones, con un toque que por momentos me hace recordar a ELO o a 10cc (de este último me refiero a sus discos "progresivos" de sus comienzos). Y Hunk you down/Naked/C-link, como era de esperarse, es un popurrí que va del rocanrol orquestado de riff demoledor, pasando por una canción que podría haberla cantado el mejor Billy Joel de sus tiempos de Allentown, y termina con un solo de guitarra eléctrica con orquesta en un giro que se asemeja al Pink Floyd del álbum WISH YOU WERE HERE
De las otras dos canciones, la más controversial será Back in Brazil, un bossa nova que incorpora instrumentos electrónicos y con unos coros a la music hall, que a la primera escucha tranquilamente puede disgustar... o sorprender. Felizmente estoy curado de las sorpresas ante las incursiones eclécticas de McCartney. Es su esencia. Si el disco solo tuviera las siete primeras canciones reseñadas o incluso las dos posteriores de estructura más compleja, sería un disco que no ambicionaría más que ser otro CHAOS AND CREATION IN THE BACKYARD (lo que sin duda ya es mucho decir: un disco sólido, notable, pero que juega a seguro). Sin embargo, en este álbum corre más riesgos, por eso me parece un mayor logro, como el que alcanzó con MEMORY ALMOST FULL. Todo para decir que Back in Brazil es el toque perturbador latino electrónico (perturbador por inesperado, porque el tema es bastante alegrón), pero que encaja perfectamente en el viaje que propone McCartney. Tanto como el Caesar rock, que es una mezcla del soul de James Brown con el funky de Ricky James (¿recuerdan Super freak?) y encima con loops y otras extravagancias musicales en los tres minutos y un poco más que dura. Realmente es un viaje musical y dentro de ese concepto la variedad de estilos está más que justificada. Tanto Back in Brazil como Caesar rock son muestras de la buena salud creativa de McCartney, de su versatilidad sí, pero también de su singularidad como compositor fuera de serie.




Depende qué McCartney quieren encontrar, será su reacción ante ese álbum. Si es el clásico, entre pop, rock y balada que conecta con la esencia y el corazoncito beat, acá hallarán una decena de canciones que les gustará ineludiblemente. Si les gusta la faceta más compleja u ambiciosa, los dos cortes finales (no cuento el link ambiental) les encantará. Y finalmente si aprecian su camaleonismo con los géneros, no encontrarán un Goodnight tonight (gran canción multigénero) pero sí excentricidades que solo McCartney puede arriesgar. 
En resumen, para este servidor, EGYPT STATION es un gran álbum, otro más en la discografía notable del ex Beatle. 





CATEGORÍA: Beatlemanía.

VEREDICTO: Notable.

CANCIONES CLAVE: Despite repeated warnings, Hunk you down/Naked/C Link, Confidante, Dominoes, I don't know.


















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