22 setiembre 2011

LA CANCIÓN SECTA DE LA SEMANA: "HALF A PERSON" DE THE SMITHS




Nunca hubo una banda que prometiera tanto en los ochenta y con los años se fuera entrampando en la complacencia pop de las radiofórmulas como The Smiths, no por falta de talento sino quizá sí de ambición (o lucidez). Lo más destacable de sus composiciones era la manera en que las letras de Morrissey parecían interpretar la sensibilidad egocéntrica, descreída, cuestionadora y algo cínica que engarzaba muy bien en la época postpunk. Por el lado musical, era una buena banda rítmica, como lo fueron los Beatles en su primera época antes de sus grandes hallazgos. Quizá le faltó la segunda parte, la de la evolución del sonido, la de la ampliación de sus horizontes musicales. Otro aspecto que siempre les reprocharé es haber aceptado que los sellos Rough Trade (UK) y Sire Records (US), a pesar de ser independientes, manejaran sus lanzamientos discográficos con un sentido excesivamente comercial. Un ejemplo es el disco que contiene Half a person. Louder than bombs (1987) es un álbum doble compilatorio, la mitad compuesta por canciones extraídas de Hatful of Hollow (1984) y la otra mitad con singles y lados B que ya antes habían aparecido en otro compilatorio, The World Won't Listen (1987). A su vez, Hatful of Hollow era un álbum recopilatorio que recogía singles y grabaciones de estudio de la BBC Radio de 1983, posteriormente incluidas en nuevas versiones en su disco debut The Smiths (1984). Antes de entrar en un laberinto borgeano de singles, remezclas y álbumes compilatorios, la discografía de The Smiths hubiera ganado mucho si el discurso anti-mainstream de sus letras se hubiera visto refrendado en ediciones que respetaran el concepto de "álbum original de estudio". Es paradójico que bandas como la comandada por el dueto Morrissey-Marr, que irrumpieron para darle nuevos aires a una industria anquilosada de "viejas glorias" y contra la cultura pop de los "hits", en pocos años superaran en destreza fenicia a las bandas setenteras más populares, en todos sus extremos, desde Abba hasta Queen, desde Kiss hasta los Wings, las cuales por lo menos tuvieron la decencia de no endilgarnos "compilaciones de compilaciones".


De todos modos The Smiths legó al pop y al rock un par de excelentes álbumes y un puñado de grandes e imperecederas canciones, como la seleccionada Half A Person, que como otras de la banda, es a la vez una declaratoria de amor masoquista, una extensión del espíritu loser en la versión gamberra de Lennon y un retrato pop del "hombre sin atributos" de Musil.

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